sábado, 22 de noviembre de 2008

La poseída.

Nos impactamos
de una manera dulcemente violenta,
porque nos gustaba volver
a nuestro pasado

de incubo y doncella,
a los pequeños hilos de sangre
corriendo entre los dientes,
y por el jardín merodeando,

esa noche, el lobo
devoró tu vergüenza
y lamió tus heridas.

2 comentarios:

Una chica asi dijo...

me gustan tus palabras violentas

anzu dijo...

me gusta esta especie de poesía.
es como cruda.
siento que sé de lo que hablás,
dps me decis si si o si no.